Cataforesis y anaforesis

Cataforesis y anaforesis

Cuando hablamos de la cataforesis y de la anaforesis lo hacemos de dos tipos de electroforesis.

La diferencia reside en que mientras la cataforesis incluye la electroforesis de cationes, la anaforesis presenta una electroforesis de aniones.

Cataforesis y anaforesis

Pero, ¿qué es, a su vez, la electroforesis? Se trata de una técnica analítica que puede ser empleada para analizar una muestra mediante las propiedades eléctricas de las especies químicas presentes en ella.

Se trata, pues, de una herramienta muy valiosa a la hora de determinar el movimiento de las especies químicas en relación con el medio.

Otra diferencia importante entre la cataforesis y la anaforesis es que mientras la primera se tiende a aplicar para revestir pintura en superficies de piezas metálicas, la anaforesis, por su parte, presenta unos empleos más encaminados a la medicina, como veremos más adelante.

Cataforesis

Como hemos apuntado antes, la cataforesis es la electroforesis de cationes. O lo que es lo mismo, una técnica analítica que demanda del movimiento de cationes -iones con carga eléctrica positiva- hacia el cátodo. Por ello es un proceso fundamental a la hora de recubrir metales para obtener una superficie altamente resistente a los agentes atmosféricos.

Es, así, muy valioso en piezas de dirección y suspensión, donde se emplea como un proceso de electro recubrimiento de pintura. Igualmente, esta forma de recubrimiento posibilita incrementar las propiedades anticorrosivas de las piezas metálicas. Por tanto, tiende a ser el método más empleado para las piezas de automóvil, en donde es necesaria una protección antioxidante lo más completa posible.

Y es que la cataforesis consigue revestir incluso piezas metálicas complejas y productos ensamblados, por lo que es una técnica que se lleva a cabo en electrodomésticos, automóviles, piezas de automóviles, equipos agrícolas, transformadores, muebles de oficina metálicos o equipos de jardines, entre otros.

Proceso

El proceso de cataforesis presenta un pretratamiento a través de una cabina de pintura o inmersión, en el cual las piezas se limpian y se recubren con fosfato. Se trata de un factor fundamental, ya que otorga a la pieza metálica el mejor acabado.

Posteriormente, la pieza se pasa a tanques de inmersión con en torno a un 80% de agua desionizada y un 20% de sólidos de pintura. El agua actúa, en este caso, como portador de pintura sólida. Finalmente, se procede a enjuagar. Las partículas sólidas de pintura enjuagadas regresan al tanque de inmersión, con lo que se asegura una elevada eficiencia.

Tras el paso por el tanque de enjuague, las piezas se hornean en un horno, que cura la pintura para obtener así máximo rendimiento.

Anaforesis

Como hemos adelantado antes, la anaforesis es la electroforesis de aniones, por lo que incluye el movimiento de aniones hacia el ánodo.

Se trata de un proceso que cuenta con variados usos en el campo de las aplicaciones medicinales como son los tratamientos para la piel. Por ejemplo, los esteticistas emplean la anaforesis para facilitar la limpieza en profundidad de los poros.

Con el empleo de la anaforesis, el cliente sostiene un electrodo positivo mientras el esteticista hace lo propio con el electrodo negativo. Posteriormente, se activa una reacción química que consigue transformar el sebo en jabón, lo que se conoce como saponificación.