Diferencia entre pintura en polvo y líquida

Dentro de la automatización existente en el sector para lograr los mejores y más amplios resultados en nuestros tratamientos, aparece la figura de la pintura. Aunque el pretratamiento en la pintura en polvo y la líquida es similar, una de ellas cuenta con solventes y la otra no. En este post vamos a establecer la diferencia entre pintura en polvo y líquida.

Pintura en polvo y líquida

En los últimos años se ha hecho muy común el empleo de la pintura en polvo y la líquida a la hora de tratar las piezas en los diferentes procesos industriales.

Una de las principales ventajas de la pintura en polvo es el de la gran variedad de resultados que garantiza. En otros post ya hemos detallado que la pintura en polvo se divide en varios tipos: polyester, epoxi, híbridas epoxi-poliester…

Son pinturas aplicables a diferentes modelos de superficies y materiales, y con distintas funcionalidades. Y es que no es igual una pintura en polvo polyester destinada a exteriores con una elevada resistencia a la corrosión, que la pintura epoxi, que presenta una gran resistencia a agresiones químicas, pero bastante menos resistente con respecto a los posibles impactos exteriores. 

Por su parte, y aunque la pintura en polvo ha ido ganando mucho terreno en los últimos años, la pintura líquida se emplea aún en numerosos procesos de acabado y rematado de piezas gracias a su resistencia, y la amplia variedad de acabados (puede adaptarse a cualquier color).

Además, la pintura líquida se puede aplicar en cualquier tipo de productos, independientemente del tratamiento que vayan a recibir: construcciones metálicas, fundición, rotulados, decoración… De hecho, es muy empleada en acabados de componentes de ensamblados, puesto que no aporta un grosor extra a la pieza tras ser pintada.

Características de la pintura en polvo y pintura líquida

La principal diferencia entre ambas pinturas podría estar en el hecho de que la pintura líquida contiene solvente, pero la pintura en polvo no. Pero no es la única.

La pintura en polvo es especialmente visible en aquellos trabajos en los que se busca que el resultado en la pieza tenga un especial cuidado. Permite obtener una apariencia compacta y de calidad, así como un mayor grosor. Asimismo, elimina el efecto de la corrosión, con lo que se obtiene una pintura más duradera.

Otro factor muy importante es el económico, y es que la pintura en polvo, como materia prima, es más barata que la líquida. Y su procedimiento es más sostenible.

No en vano, se cataloga a la pintura en polvo como pintura ecológica con un impacto ambiental bajo, ya que los solventes no están presentes ni en el proceso de aplicación ni en el de fabricación. Mientras, como hemos apuntado ya, la pintura húmeda sí contiene solvente.

Así pues, la pintura en polvo y la líquida presentan funcionalidades diferentes según la pieza a tratar, si bien la pintura en polvo no contiene solvente y es por ello mucho más sostenible, además de económica, que la líquida. Por ello, cada vez tiene más uso y demanda en el sector.